1.2. INVASIÓN NAPOLEÓNICA A ESPAÑA.

España controlaba el acceso al Mar Mediterráneo, así como un amplio Imperio Colonial en América, por lo que para Napoleón Bonaparte era de suma importancia establecerse en esta zona para tener una mayor hegemonía en el mapa europeo.

El desinterés del Rey de España, Carlos V, fue propicio para que Napoleón tomara ventaja y proponga la toma de Portugal para repartirla entre ambas naciones, en el Tratado de Fontainebleau, con lo que los franceses pudieron ingresar a España. Sin embargo, las intenciones de Napoleón Bonaparte eran conquistar ambos países en simultáneo y colocar a su hermano, José Bonaparte, al frente. 

Como era de esperarse, la firma del Tratado generó un gran descontento en parte de la sociedad española, por lo que Fernando de Borbón y Antonio Pascual idearon un plan para derrocar a los actuales líderes y expulsar a las tropas francesas.

Pero, en 1807, soldados franceses ingresaron a España para reformar el ejército español y atacar a Portugal en las próximas semanas. Para 1808 los verdaderos planes de Napoleón eran evidentes, lo que originó brotes de rebelión en el país. 

La invasión Napoleónica fue uno de los episodios más sangrientos en la historia de España y que marcó un cambio en la monarquía de España al abdicar el Rey Carlos IV de Borbón, en favor de su hijo Fernando VII. Luego de la abdicación y sucesión, se daría la salida de la Familia Real, comenzaría el levantamiento del 2 de mayo, un levantamiento en armas de Madrid, con saqueos y desmanes de por medio. 
2 de Mayo 1808 

Entre las causas que provocaron el inicio de las guerras napoleónicas se pueden mencionar: la proclamación por la Revolución francesa de los principios de libertad, igualdad ante la ley y fraternidad, y la voluntad de querer extenderlos al resto de Europa.

Napoleón Bonaparte buscaba en España establecer reformas sociales y administrativas en beneficio de Francia, para posteriormente enfrentarse a Gran Bretaña y, finalmente, hacerse de las riquezas de la América española sin oposición. 

Tras el estallido de la revuelta en Madrid, se estableció un sentimiento de discordia por todo el país; la población reaccionó de manera agresiva contra los franceses y a agruparse contra la invasión. Así, se establecieron las juntas regionales y descentralizadas que no reconocieron la legitimidad de Bonaparte, se conformó un ejército unificado y organizado para enfrentar a los franceses. Tal vez, el mayor aporte de la Junta Suprema Central fue la convocatoria a las Cortes Generales donde se aprobó la Constitución de Cádiz de 1812, pero con poca capacidad debido a la coyuntura de guerra.

Entre 1809 y 1811 las tropas napoleónicas tuvieron gran éxito militar, pero con dificultades para establecer un control administrativo y político eficiente. Napoleón fue debilitándose por la organización rebelde, la guerra de guerrillas planteada y el fuerte apoyo económico y militar que brindó Gran Bretaña, ocasionando la pérdida progresiva de territorios.