2.1.3 FORMACIÓN DE LAS JUNTAS DE GOBIERNO EN AMÉRICA (1808 - 1810)


La invasión de Napoleón a España originó una crisis política en la monarquía española. Esta situación fue aprovechada por las colonias que hoy conocemos como América Latina para formar juntas de gobierno dirigidas por criollos y de esta manera luchar por su independencia.


Napoleón Bonaparte

La crisis española propagó la primera gran duda histórica en América: si anteriormente las colonias estaban sometidas y regidas por un rey "legítimo", ¿qué se debía hacer frente a José Bonaparte, el nuevo rey impuesto? Esta duda fue vista desde otro ángulo: ¿Era la Corona española capaz de representar también los intereses americanos? Bonaparte, ciertamente, pretendía legitimar su gobierno y su propia Corona. Ello trajo consigo otra duda gubernamental: ¿A quién representaban las autoridades locales en América: al rey “legítimo”, destronado y prisionero en Bayona o al monarca “impostor”? Esta pregunta generó el cuestionamiento a las autoridades criollas, cuya “legitimidad” podría estar bajo sospecha.


La mencionada crisis despertó la primera ambición “interna”: la de la Infanta Carlota Joaquina, hermana de Fernando VII y esposa del rey de Portugal Juan VI. Tras la instalación de la monarquía portuguesa en Brasil, Carlota trató de reclamar la legítima sucesión de la Corona Española desde allí, lo cual provocó diversas reacciones en las colonias circundantes. La primera, fue el estallido revolucionario en el Alto Perú, específicamente en Chuquisaca (1809), el cual fue a su vez el punto de partida de los movimientos revolucionarios que le siguieron, primero en La Paz y después en Quito. En 1810, las revoluciones estallaron en otras regiones: Caracas, Santa Fe de Bogotá, Buenos Aires y Santiago de Chile en manos de los criollos.

A las ambiciones de Carlota Joaquina se le sumaron las despertadas en Inglaterra y Francia. Si bien José Bonaparte (hermano de Napoleón) quería el sometimiento y reconocimiento de las colonias americanas, Inglaterra buscaba quebrar el antiguo monopolio comercial español en aras de implementar el suyo propio y asegurar mercados para su naciente capitalismo. Es así que Inglaterra no dudó en apoyar las mencionadas luchas revolucionarias de las colonias hispanoamericanas.


Sabemos entonces que tras la amenaza napoleónica, se implementa un proceso similar al de España en la formación de las Juntas o Gobiernos provisionales, que en ciudades hispanoamericanas tardan de uno a tres años en constituirse en relación a las creadas en la Península. Estas Juntas no quieren subordinarse al Consejo de Regencia ni a las Cortes, pero todas juran fidelidad a Fernando VII.

Tomás Mateo Pignataro nos dice al respecto: “América no quería separarse de la monarquía española; lo que deseaba, apoyándose en derechos seculares, era la independencia política ante el caos peninsular.”


Juntas de Gobierno (1809-1810)


Explicación muy clara del Dr. Juan Luis Ossa respecto a la formación de juntas en Sudamérica: